Una tumoración mamaria puede ser definida como nódulo, si destaca de manera independiente del tejido mamario que lo circunda, o bien como placa si lo que notamos es un engrosamiento de una zona de la mama sin poder notar con claridad los bordes.
Se
deben tener en cuenta:
- Las características del tacto (duro, blando,
regular o irregular etc.).
- El tamaño en centímetros.
- Las características de la piel adyacente.
- La localización en la mama, es decir, en que cuadrante se ubica.
Ante una tumoración mamaria conviene acudir al médico, que solicitará las pruebas necesarias para diagnosticar con claridad la naturaleza de la tumoración. Los estudios que se pueden realizar destacan:
- La mamografía.
- La ecografía.
- La biopsia por aguja fina o gruesa.
Esta
última permite extraer el contenido de la tumoración en caso de tratarse de un
quiste o bien una pequeña muestra de tejido si se trata de un tumor sólido. En
cualquier caso, esta prueba permite conocer la naturaleza del tumor y sobre
todo orientar hacia una eventual malignidad.
- Secreción por pezón.
- Nódulos palpable.
- Dolor.
El
rasgo característico de estas tumoraciones es su benignidad y, por lo tanto,
los tratamientos, en caso de realizarlos, serán con objetivos claramente
conservadores y poco agresivos.
Fibroadenoma
Es
el tumor benigno más frecuente de la mama. Está constituido por tejido fibroso
y tejido epitelial y suele presentarse en la juventud de la mujer (antes de los de 30 años).
Se sabe que son tumores hormonodepedientes, es
decir, responden al estímulo hormonal aunque no se conoce cuál es el mecanismo
inicial que desencadena la formación del tumor. Suelen crecer de forma limitada
y expansiva desplazando en su crecimiento al tejido mamario sano sin
lesionarlo.
Es
frecuente que sea la propia mujer la que descubre un nódulo y por ello acude al
especialista.
Generalmente
la tumoración está bien delimitada, desplazable y no adherida, y es indolora.
El medico pedirá una ecografía y biopsia por
aguja fina, que informarán de las características de benignidad del proceso
como la homogeneidad, la buena definición de los bordes y la biopsia sirve para
estudio citológico que corroborará el diagnóstico.
La actitud terapéutica ante un fibroadenoma es, en general, expectante, es decir, tan sólo se practican controles periódicos. Tan sólo en algunas ocasiones se procede a su excéresis; éstas son:
- Cuando crece.
- Cuando duele.
- Cuando hay sospecha de malignidad.
- Bien cuando a la mujer desea extirpárselo.
Mastopatía fibroquística
Decir que la mastopatía fibroquística es una enfermedad es exagerado ya que nos estamos refiriendo a cambios producidos en la mama con el paso de los años y bajo un estímulo hormonal fisiológico.
El
concepto de mastopatía fibroquística es sinónimo de la displasia mamaria o de la
enfermedad fibroquística. Consiste en un exceso más o menos fisiológico de los
componentes normales de la mama, es decir, del tejido glandular epitelial y del
estroma que lo rodea.
Se
acepta que trastornos hormonales locales o generales son los causantes de este
proceso, aunque muchas veces es imposible encontrar la anomalía mediante
pruebas de laboratorio. La paciente refiere en ocasiones la presencia de
mastodinia o incluso de mastalgia severa. La exploración muestra unas mamas
densas con irregularidades. Tanto la mamografía como la ecografía informarán de
mamas densas con incremento del tejido fibroso y presencia de microquistes
aislados.
En el seno de una mama fibroquística pueden aparecer varias formaciones quísticas de tamaño más o menos importante. La mujer puede notar la aparición de un nódulo que ha adquirido un tamaño considerable en poco tiempo. Algunas veces aparece un dolor referido en la zona tumoral.


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