La pérdida recurrente del embarazo se define como la pérdida de 2 o más gestaciones consecutivas antes de las 24 semanas. Se clasifica en:
Primaria cuando la mujer nunca he tenido niños.
Secundaria cuando es intercalados con embarazos de término o viables.
Un 50-80% estas pérdidas se dan en el primer trimestre
del embarazo, y su incidencia va del 1-3% en mujeres en edad fértil.
Dentro de los factores de riesgo más importantes están la edad materna de riesgo o avanzada, sobre
todo en los rangos de edades entre 35-39 años por la probabilidad de aumento en
anomalías cromosómicas resultado de ovocitos
de mala calidad.
Otro factor importante es el antecedente de abortos previos, lo cual incrementa el
riesgo de que se repita el aborto y aumenta según el número de pérdidas
anteriores.
El factor genético
también es importante ya que incrementa el riesgo y se presenta en un 50%
de las perdidas fetales, las cuales en estudios se ha corroborado que presentan
anomalías cromosómicas de tipo aneuploidia o poliploidia y este riesgo es
incrementado con la edad materna avanzada y las más frecuentes son las
trisomías.
Otras causas mencionadas son las placentarias, malformaciones uterinas y adherencias, sobre todo en aquellas pacientes que tienen antecedentes de legrados anteriores, así como los miomas y pólipos uterinos se han involucrado en abortos recurrentes como una causa cada vez más frecuente.
Otras causas son incompetencia ístmica-cervical sobre todo
si los abortos son del segundo trimestre.
Las trombofilias cada día han ganado espacio en esta patología
como causa importante. Estas pueden ser de causa genética o adquirida como el
Síndrome ANTI-fosfolípido (SAF), presentando acs de un 10-15% de pacientes que tienen aborto recurrente.
Otras causas son: Diabetes, Obesidad, ovario poliquístico,
trastornos tiroideos, causas inmunológicas como LES, intoxicaciones crónicas y
las infecciosas, entre otras.
MANEJO DEPENDERÁ DE LA CAUSA
El médico deberá hacer un historial clínico exhaustivo para
indagar lo más concienzudamente las causas de los abortos y, según guías
clínicas, se debe iniciar la investigación desde que una pareja ha tenido 2
pérdidas.
Es una experiencia desagradable para la pareja y un reto
diagnóstico para el médico tratante, por lo que este deberá encaminar una
búsqueda amplia en las posibles causas.